El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación habló con LA CAPITAL sobre la decisión del gobierno de "reinstalar a la ciencia y la tecnología como políticas de Estado". Proyectó un fuerte aumento en la inversión y aseguró que Mar del Plata "puede aportar mucho" al desarrollo científico para resolver problemas sociales.
Daniel Filmus desplegó ayer una fuerte agenda de actividades en la ciudad. Se reunió con autoridades del Conicet, el Inidep y la Universidad Nacional de Mar del Plata, visitó el laboratorio Gihon y la startup Innova Space tras el histórico lanzamiento del picosatélite. Asegura que Mar del Plata “puede aportar mucho” al proceso de “federalización de la ciencia y la tecnología” que proyecta para el 2022, año que -aseguró- terminará con al menos dos vacunas contra el Covid-19 producidas en Argentina.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación dialogó con LA CAPITAL en las oficinas de Intema y remarcó la “firme decisión” del Gobierno nacional de “reinstalar a la ciencia como política de Estado”, para lo cual se avanza en un fuerte aumento de la inversión en el área.
Acompañado por la presidenta del Conicet, Ana Franchi, el rector de la UNMdP, Alfredo Lazzeretti, y el presidente de la Agencia de Investigación Desarrollo e Innovación, Fernando Peirano, evaluó las necesidades de infraestructura e inversión que demanda la ciudad para crecer, integrarse al proceso de federalización y contribuir al desarrollo científico para resolver problemas sociales.
– ¿Cómo se materializa la decisión de reinstalar a la ciencia como política de Estado?
– Históricamente ha habido políticas pendulares respecto a la ciencia, no solo en épocas de dictadura sino también en democracia. Tiene que ver mucho esto con el modelo del país. Creemos que un modelo que empatiza en la calidad del trabajo y en la capacidad de innovar y aplicar desarrollo científico y tecnológico; entones hay que invertir. Fue muy importante lo que ha ocurrido con dos leyes que se votaron por unanimidad: la ley de Financiamiento de la Ciencia y la Tecnología promete llevar de 0,28% del Producto Bruto Interno -que fue la inversión en 2021- al 1% en el 2032, como los países centrales. Y la Ley de Economía del Conocimiento permite dar incentivos fiscales importantes y apoyo del Estado con inversión privada.
– ¿Qué impacto espera que tengan esas leyes?
– Lo estamos viendo. Acá en Mar del Plata visitamos dos emprendimientos apoyados por ambas leyes, la empresa Gihon del Parque Industrial e Innova Space, que ha tenido una experiencia muy interesante con financiamiento del Estado. La idea es cómo seguir articulando inversión pública y privada. La mirada de nuestro gobierno y la que hemos tenido del 2003 al 2015 es que la ciencia y la tecnología jueguen un partido decisivo.
– ¿Cómo se articula para poner a la ciencia y la tecnología al servicio de las necesidades de la gente?
– En la pandemia se vio mucho. Los barbijos del Conicet que muchos usamos demuestran la aplicación en nanotecnología. Un emprendimiento entre el Conicet, la Universidad de San Martín, la Universidad de Buenos Aires y una empresa permitió hacer estos barbijos y exportarlos. Los kits de detección Covid son otro ejemplo. Al principio de la pandemia los que monopolizaban los test no los vendían y además eran carísimos. Con un desarrollo integral se pudieron hacer kits propios y Argentina tiene condiciones de testear a todos gracias a esa articulación.
– ¿Qué avance está teniendo el desarrollo de vacunas argentinas contra el Covid?
– Se están financiando cuatro líneas de investigación. A los investigadores se los orientó y Argentina seguramente va a tener sobre el fin del 2022 por lo menos dos líneas de vacunas exitosas que ya están en las fases 1, 2 y 3 de los estudios clínicos. Eso muestra la altísima capacidad de nuestros investigadores, pero también cómo colocar a la ciencia y la tecnología al servicio de las necesidades de la gente. Y eso tiene que generar políticas de Estado.
– Mencionó a Innova Space, un proyecto que nació de una escuela técnica de Mar del Plata, ¿qué implica el reciente lanzamiento del picosatélite?
– He tenido varias conversaciones con el docente Alejandro Cordero y la historia es muy interesante. En los 90′ Argentina prohibió las escuelas técnicas. Esto ha sido una experiencia distinta, en la que se ha incorporado alumnos. Si generás oportunidades, todos tienen condiciones para ayudar. El desarrollo que él ha hecho y la posibilidad de generar un aporte interesantísimo para dar internet a sectores agropecuarios, advertir peligros respecto a los incendios y desastres naturales… todo eso necesita comunicación y esta empresa está plenamente vinculada. Argentina tiene un capital enorme y lo que ha hecho Alex es emocionante, no sólo por los resultados sino por el proceso y el orgullo con el que él cuenta que la escuela pública le ha permitido llegar a eso.
– Considerando esa experiencia pero también su agenda en la ciudad, ¿qué puede aportar Mar del Plata al proceso de federalización de la ciencia?
– Mucho. En el Gran Buenos Aires, Gran Rosario y Gran Córdoba se concentra el 87% de la inversión científica. El 2022 es el año de la federalización. En pocos días vamos a lanzar un Programa Federal de Infraestructura y Equipamiento Científico y de radicación de investigadores en zonas donde no hay tanta concentración. En su momento hicimos el programa Raíces para repatriar investigadores; ahora está Raíces II para poder, con aquellas áreas de investigación que tengan infraestructura y equipamiento, financiarles también que se radiquen investigadores. Y la Universidad Nacional de Mar del Plata… lo hablé con el rector Lazzeretti y no imaginaba semejante cantidad de investigadores. Hay universidades que sólo distribuyen conocimiento, mientras que los trabajos de otras, como la UNMdP, permiten muchísimo. Debemos generar condiciones de estabilidad en la inversión para que eso revierta demandas sociales, no sólo en las áreas duras sino en lo social, como la pobreza, la educación, la seguridad o la desigualdad de género. Hace falta invertir y ampliar la función de la ciencia y la tecnología para también resolver los problemas sociales.
– ¿Qué mirada tiene y qué aportará el Ministerio en relación a la exploración offshore de petróleo?
– Coordinamos un trabajo que es el Pampa Azul, la investigación científica de siete ministerios junto al Inidep, que tiene que ver con las condiciones para que no haya dicotomía entre la exploración y el ataque al medio ambiente. El Estado está en condiciones de utilizar la ciencia para evitar un impacto ambiental negativo en las exploraciones off shore.
– ¿Cuánto de lo que cuenta y proyecta para el desarrollo científico está atravesado por el acuerdo con el FMI?
– Es un tema. Si las condiciones del acuerdo con el Fondo implican un ajuste, seguramente se va a lesionar el desarrollo científico y tecnológico. El ministro Guzmán jugó un papel importante en la declaración que se firmó para dejar en claro qué es lo que no hay que tocar en Argentina, como los planes sociales, la inversión productiva y la tecnología. Lo ha planteado el presidente una y otra vez: ningún acuerdo con el Fondo puede perjudicar las posibilidades de desarrollo y crecimiento. En 2003 Néstor dijo: “Los muertos no pagan deuda”. Cualquier acuerdo con el Fondo tiene que permitir el crecimiento que genere las condiciones para que en Argentina la gente pueda vivir dignamente, para que pueda haber desarrollo y a su vez poder pagar la deuda.